Los renglones torcidos de Dios, Torcuato Luca de Tena

Reconozco que le tenía pánico a esta novela. Su nombre, Los renglones torcidos de Dios, el autor, Torcuato Luca de Tena, ex-director de ABC, miembro de la Real Academia de la Lengua, uf, la combinación perfecta para crear un bocadillo de yeso con cemento apetecible solo para aquellos con dentadura académica capaz de desgranar un rollo como éste, o presumir de haberlo hecho sin conseguirlo.

Cuán equivocado estaba. Por fortuna tuve el valor necesario para comprar la novela hace varios meses, como un año, y de nuevo armarme de coraje para iniciar su lectura hace un par de semanas. ¡Qué suerte haberlo hecho, qué obra tan extraordinaria! 

Después de varias novelas consecutivas que no me habían dicho demasiado, la verdad, y con la experiencia previa de El judío errante de César Vidal, tenía pánico a atravesarme de nuevo con un tostón de magnitud académicamente reconocida y soportar el tedio como los atletas el entrenamiento obligado, pero la recompensa al atrevimiento ha sido grandiosa.

Los renglones torcidos de Dios es una obra magistral, de dimensiones literarias profundas, pero a la vez de ágil trama para los lectores asustadizos. En realidad el rimbombante título es una forma de definir a los locos, a los enfermos mentales, que según uno de ellos, encerrado en el manicomio donde transcurre toda la novela, son "las faltas de ortografía de Dios, los renglones torcidos de la escritura divina", una frase magistral para denominar a un grupo de personas que la sociedad intentamos obviar su existencia.

La trama se desarrolla en la piel de una protagonista excepcional, Alice Gould, una supuesta detective que ingresa como enferma en un manicomio para investigar el envío de misivas amenazadoras a un cliente que no sabremos hasta bien entrada la novela, si es imaginario o no. En las primeras páginas el lector ya comprende que la novela va a ser extraordinaria pues se encuentra, sin previo aviso, con un diálogo entre la quizás enferma paranoica, Alice Gould, y el médico de guardia que autoriza su ingreso de una agilidad feroz, un diálogo afilado, rápido, inteligente, el conocimiento del personaje principal por las respuestas al test de ingreso, y unas ganas terribles de quererla conocer para batir en duelo de reflexiones intelecto contra intelecto.

De ese momento extraordinario que supone el ingreso, hasta la última página, el señor Luca de Tena nos mantiene en una doble vía en la que nunca sabemos del cierto si Alice Gould es una investigadora recluida, o una paranoica que se cree investigadora recluida. En todo caso sí asistimos a la transformación de la personalidad de la protagonista a raíz de las vivencias sufridas en el manicomio.

Una novela inteligente, tierna, descarnada, de pústulas, llagas, vómitos y lágrimas, pero también de ternura, de amor al desvalido y de acercamiento a un mundo extraño, apartado y atemorizante para los que no sufrimos enfermedades mentales. O quizá sí, y todos somos un poco Alicia Gould...

Hace muchos años tuve un amigo, del que reconozco avergonzado no recordar su nombre, que había sufrido malos tratos en el periodo militar obligatorio y que le supusieron posteriormente un internamiento en el hospital psiquiátrico de Terrassa. Junto a otro amigo, Álex, fuimos a menudo a verlo durante un año (hasta que fue trasladado) y siempre tuve la misma sensación de pánico al atravesar aquellas puertas de cristal reforzado. Personas extrañas, solitarias, ruidosas en extremo o apagadas como un candil sin aceite, humo, mucho humo de los cigarrillos que amarilleaban los dedos de la mayoría de enfermos. Un espacio atroz por desconocer todo lo que allí pasaba. La presión de mi amigo de saberse enfermo sin ver una sola herida ni tener un mínimo dolor. Batas blancas y verdes que diferenciaban a los enfermos de los médicos y asistentes, y la sensación de que todos ellos compartían un gran secreto del que no estaban dispuestos a compartir con nadie.

Todos estos sentimientos los he vivido noche tras noche enganchado a las letras magistrales del señor Luca de Tena, que me ha hecho disfrutar y sufrir a partes iguales.

Resumen del libro (editorial) 

Alice Gould es ingresada en un sanatorio mental. En su delirio, cree ser una investigadora privada a cargo de un equipo de detectives dedicados a esclarecer complicados casos. Según una carta de su médico particular, la realidad es otra: su paranoica obsesión es atentar contra la vida de su marido. La extrema inteligencia de esta mujer y su actitud aparentemente normal confundirán a los médicos hasta el punto de no saber a ciencia cierta si Alice ha sido ingresada injustamente o en realidad padece un grave y peligroso trastorno psicológico. 

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