El libro negro, Orhan Pamuk



Quizá uno de los libros más complejos que haya leído jamás, como el propio autor.

Mi primer acercamiento, y único hasta ahora, al Sr. Pamuk, Premio Nobel en el año 2006, fue Me Llamo Rojo que me maravilló hasta extremos desconocidos, indicándome con total claridad en qué lugar se sitúan las metas que no llegaré a vislumbrar ni en la distancia más remota.

He leído en alguna crítica que justamente estas dos obras, El libro negro y Me llamo rojo, son la columna vertebral de Orhan Pamuk, y yo he tenido la gran fortuna de leer ambas.

El libro negro es mucho más difícil de explicar que de leer. Sinceramente no sé ni por dónde empezar. Es un libro de más de quinientas páginas en las que se trata sobre el misterio de la vida y la muerte, la búsqueda de las raíces, la obsesión por la escritura y la literatura, la tradición, la modernidad, la dualidad de los turcos entre oriente y occidente, el amor, el engaño, el desengaño, la novela negra, la decepción continuada, pero sobre todo trata acerca de la búsqueda de uno mismo en el escenario espectacular de Estambul.

Si ya habéis leído algún otro comentario en este blog habréis observado que no acostumbro a hacer un resumen de mis lecturas, sino que intento explicar mis sensaciones al leer. Con El libro negro ni siquiera me atrevo muy bien a hacer eso. He tardado cerca de dos meses entre sus páginas y una sensación de tristeza se ha ido apoderando de mí mientras lo leía. El gris de Estambul, su falta de identidad, la monotonía absurda del protagonista, la búsqueda constante de su esposa y de él mismo, saber que no somos mucho más que sombras, todo me ha ido calando como si en lugar de vivir en el Caribe viviese en pleno Bósforo y cada mañana tuviera que cortar la niebla con una sierra mecánica para llegar al trabajo.

Cargado de frases y páginas magistrales, de una trama que ni siquiera soy capaz, una vez leída, de explicar por su enormidad, quizá la única pega que le pondría a esta obra es que es excesivamente larga, pero ¿quién se puede quejar de que un Picasso sea excesivamente grande?

El libro negro es una obra extraordinaria, absolutamente diferente a las lecturas habituales de cualquiera de nosotros, más acostumbrados a la literatura española, latina o anglosajona (la gran mayoría por ser ése el mercado que se recibe en las librerías). El señor Pamuk mezcla la dulzura árabe con la amargura occidental de una forma magistral, recreando la dicotomía de un Estambul que se bate entre dos culturas sin llegar a pertenecer de pleno a ninguna, como sus protagonistas y todos los "actores" que aparecen en la novela.

La trama comienza cuando Rüya, la esposa de un abogado de nombre Galip, desaparece dejándole tan sólo una carta de 19 palabras. A su desaparición se suma la del cuñado de Galip, Celâl, un famoso columnista seguido casi mesiánicamente por miles de lectores. A través de los artículos de Celâl, Galip parte en busca de su esposa y sobre todo de sí mismo. Quizá la mejor forma que tenga de explicar este libro sea con uno de sus pasajes, en el que unos escritores veteranos aconsejan a otro más joven sobre la mejor manera de escribir una novela:

Nuestra maestra y santa es Sherezade; no lo olvides, tú, como ella, simplemente inserta cuentos de cinco o diez páginas entre los hechos de eso que llaman "vida".

Otra perla de esta obra

He decidido que la verdad a la que tú llamabas misterio y tras la que nos has hecho correr durante tantos años (habla al columnista Celâl), eso que sabías sin saber y sobre todo que escribías sin comprenderlo, es lo siguiente: ¡en este país nadie puede ser él mismo! En el país de los derrotados y los oprimidos, existir es ser otro. ¡Soy otro, luego existo!

Y otra más:

Todos los pueblos que no pueden ser ellos mismos, todas las civilizaciones que imitan a otras, todas las naciones que se contentan con las historias de otras, están condenados a desplomarse, a desaparecer, a ser olvidados.

En fin, una obra imprescindible en el bagaje lector de cualquiera que se precie de llamarse así. Ahora bien, no la creo muy aconsejable para tardes tediosas de invierno porque la tristeza y la duda se pueden instalar en nuestros corazones cual costra que no saltará ni con amoníaco.

Resumen del libro (editorial)

Parodiando una intriga policíaca, el autor nos embarca en un juego de espejismos en el que los personajes de desdoblan para volver a unirse y con el que las fábulas lindan sin frontera perceptible con la realidad de los sujetos y objetos concretos, y donde el sinsentido tiene una razón oculta. Simplificando, la trama de esta obra podría definirse como la historia de dos hombres que se parecían tanto que al final acabaron cambiándose el uno por el otro.

En el corazón de la obra está la cuestión crucial y metafísica de la identidad iluminada por la introducción de referencias históricas al misticismo sufí del popular poeta Mavlana. Los guiños y apelaciones al lector son innumerables, y por todo el recorrido despunta la ironía y la intriga.

Comentaris

  1. Hola,
    leí hace dos años "Me llamo Rojo" y me impresionó profundamente. Ahora estoy empezando "El libro Negro" y comparto muchas de tus sensaciones al leerlo. Pamuk es de esos escritores que te mueven hasta el alma.
    Saludos desde Santiago de Chile.

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  2. Siento un profundo respeto por escritores como Pamuk. No lo he leído, pero con lo que dices creo que leyéndolo me sentiría inspirada para escribir mi propio libro negro.

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  3. He releído esta magistral novela de Orhan Pamuk como si fuera una guía de Estambul, algo análogo a como funcionó Rayuela de Cortázar para el caso de París, pero esta es una de tantas opciones o niveles de significado que ofrece la muy recomendable obra del admirado autor turco.

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