Mientras vivimos, Maruja Torres


Es la primera novela que leo de la autora, a quien conocía y seguía algo más por su faceta de columnista del diario El País. Como personaje, Maruja Torres, siempre ha despertado mi curiosidad y simpatía, ácida, inteligente, de reflejos rápidos y pluma cargada con dosis equitativas de razón, amor y veneno. Pero como escritora me daba un poco de temor su obra.

Quizá pensaba encontrarme a una autora clavada en los años setenta-ochenta, con historias que creía pasadas de moda, o que sencillamente ya no me interesan. Error again.

Por fortuna, un extraordinario programa de la televisión catalana, El Convidat (el invitado), le hizo una entrevista extensa que me volvió a acercar a esta autora carismática y me mordió la curiosidad por sus letras, así que escogí la obra ganadora del Premio Planeta, Mientras Vivimos, para iniciar mi acercamiento a sus novelas.

Esta publicación millonaria me ha gustado mucho, creo que de todos los premios Planeta que he leído, de las que más. El eje principal gira en torno a tres mujeres: Teresa, la maestra de la protagonista, Regina Dalmau (alter ego, creo, de la propia Maruja Torres), escritora de fama y cimiento principal de la novela, y su novicia, la joven Judith. Tres mujeres de diferentes generaciones entre las que interactúa un hilo conductor de agradecimientos y fracasos que traspasa el tiempo y se inocula atravesando generaciones.

El personaje de Regina Dalmau, la mujer central sobre la que gira la trama, es extraordinario. Una escritora de fama mundial, millonaria, excéntrica, con una personalidad frágil escondida tras el maquillaje de celebridad, autosuficiencia y femme fatale, con miles de seguidoras que la adoran, pero sin inspiración y obligada a sacar, a cualquier precio, un nuevo libro por encargo de la editorial. Para ello opta por la idea de contratar a una asistente joven, con la finalidad última de estudiarla a fondo y sacar una novela atractiva para generaciones más jóvenes de las que habitualmente han conformado su público, algo que le ha aconsejado su agente editorial, y en quien yo veía a mi querida Sandra Bruna. Pero en esta relación entre la escritora veterana, Regina Dalmau, y su asistente, Judith, se establece un vínculo de ida y vuelta, pues la joven también tiene mucho que aprender de la escritora a la que idolatra en extremo y por la que siente una gran devoción y ambición de imitarla. Armada con estas intenciones de convertirse en una escritora de éxito, Judith le recuerda a Regina a ella misma cuando era más joven, y con esta evocación emerge la figura de Teresa, una antigua amante de su padre, y que fue en realidad la mujer que le ejerció de madre y maestra.

Una relación de amor, dependencia, frustración y arrepentimiento que me ha fascinado. Durante muchos momentos de la lectura me parecía estar leyendo a Marsé, por su vocabulario rico y a la vez cercano, la mezcla de lo soez y lo excelso en una sola frase, la diferenciación de las clases sociales por el lenguaje, los movimientos, el aspecto interior de los personajes. Algo que, sin duda, solo está al abasto de los grandes.

No creo que sea la última lectura de esta fantástica escritora a la que me acerque, pues ha dejado intacta en mí la necesidad de saber más de su obra.

Resumen del libro (editorial)

Mientras vivimos es una gran historia de admiración y celos, de mentira y verdad, de odio y amor, de pérdidas y encuentros. Tres mujeres buscan su identidad y su lugar en el mundo en la imagen de otras mujeres. Una magnífica historia que consagró a Maruja Torres como una de las grandes novelistas de nuestros días.

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