Conversación en la Catedral, Mario Vargas Llosa
Lo que más y mejor me marca después de leer cualquier libro es el estado de ánimo en que me deja.
Conversación en la Catedral, del maestro Vargas Llosa, me ha dejado una sensación de agobio y miseria que necesitaré varios días para sacarme de encima. Mientras lo leía muchos de mis amigos incluso creyeron que estaba enfadado con ellos o que tenía un grave problema personal que no me atrevía a compartir.
Nada de eso. Conversación en la Catedral nos muestra un mundo infame, miserable, en un entorno de igual miseria e infamia y a través de unos personajes todavía más desgraciados. Todo reconstruído con una trama y un hilo tan difícil de seguir al principio como extraordinario a medida que avanzas en él.
A la tercera línea de la primera página, el protagonista (o uno de ellos) se hace una reflexión en voz alta y se pregunta "¿Cuándo se jodió el Perú, cuándo nos jodimos nosotros?" y ese es hilo argumental de esta extraordinaria obra, la historia de como se jodió el Perú reciente.
Si alguno de vosotros ha estado en el Perú lo comprenderá inmediatamente. Era (en el artículo original lo escribí en presente, y muchos peruanos se sintieron aludidos) un país triste, oscuro, desvencijado, abandonado de la mano restauradora del hombre, e incluso de la divina de Dios, me atrevería a decir. Gentes que el silencio es su expresión cotidiana, y la sumisión su motivo de vida. Así era. (Para mis amigos peruanos, Lima, y algunas partes del Perú a su estela, ha cambiado en 10 años de una forma impresionante. Nada tiene que ver la Lima de 2010 con la Lima que yo conocí en 1998...)
Así son los personajes de Conversación en la Catedral, tristes, miserables, silenciosos, cargados de la desgracia genética de ser peruanos, víctimas y verdugos en cada uno de sus actos. Ni siquiera se permiten la verborrea del enamorado.
Técnicamente la obra es impecable. A mí me avergonzó saber que jamás podría llegar a construir algo así. Escrita a cuatro voces constantemente te obliga a permanecer en un estado de concentración total para poder seguir la historia. Conversación en la Catedral es una novela de una complejidad moral, literaria y argumental espectaculares. Sin recibir apenas datos directos de los personajes llegas a conocerlos a un nivel de profundidad que ya quisieras incluso para con tus propios amigos.
Sin duda, uno de las mejores novelas que han caído en mis manos.
Saludos,
RESUMEN DEL LIBRO (Editorial)
"Zavalita y el zambo Ambrosio conversan en La Catedral. Estamos en Perú, durante el «ochenio» dictatorial del general Manuel A. Odría. Unas cuantas cervezas y un río de palabras en libertad para responder a la palabra amordazada por la dictadura. Conversación en La Catedral no es, sin embargo, una novela histórica. Sus personajes, las historias que éstos cuentan, los fragmentos que van encajando, conforman la descripción minuciosa de un envilecimiento colectivo, el repaso de todos los caminos que hacen desembocar a un pueblo entero en la frustración. Conversación en La Catedral es algo más que un hito en el derrotero literario de Mario Vargas Llosa: es un punto de referencia insoslayable, un dato fijo en la historia de la literatura actual."
desgracia genetica de ser peruano? tienes que ser mas atinado en tus comentarios para no sonar insoportable,reconozco que me cuesta no soltar una palabrota, ayyy
ResponEliminaHola Yu,
ResponEliminaLamento que hayas tenido una percepción errónea de mis palabras. No las puedes sacar de contexto. En absoluto creo que sea una desgracia de ningún tipo ser peruano, ni de otro lugar, pero el Perú, como muy bien se refleja en esta novela, tiene un halo de tristeza que el autor relata de una forma magistral, y a eso me refiero con la frase. Lamento si te ha sentado mal.
De verdad que no era, ni es, mi intención ofender a las gentes de un país que visito más veces que al mío propio.
Saludos,
EL PERÚ ES UN PAÍS TRISTE? DESVENCIJADO? DESGRACIA GENETICA DE SER PERUANO? SI CONFUNDES LO Q PINTA UNA NOVELA CON LA REALIDAD, ESTÁS MAL, ES COMO TOMAR LA REALIDAD PINTADA POR UNAMUNO SOBRE ESPAÑA CON LO Q EN VERDAD ES¿CUANDO SE JODIÓ EL PERÚ? YO DARÍA UNA RESPUESTA TEMERARIA AUNQ VEROSIMIL...CUANDO LLEGARON LOS ESPAÑOLES AL PERÚ. Eduardo
ResponEliminaHola Eduardo,
ResponEliminaAntes de nada, gracias por dejar tu comentario.
De hecho estoy del todo de acuerdo con lo que dices. El Perú que detalla Vargas Llosa en su novela es el Perú al que yo me refiero, no a la realidad actual.
Hace más de 10 años que viajo de manera continua a Perú, y el país ha dado un cambio en estos últimos 5 años brutal, sobre todo en la capital, pero no me negarás que el dibujo que hace Vargas Llosa sobre ese momento de vuestra historia no es real.
Los países, al igual que la gente, avanzan con el tiempo y cambian. Si alguien se atreviera a comparar la Francia actual con las novelas de Victor Hugo, todo el mundo lo trataría de loco, pues esto es lo mismo, no se puede extraer un artículo o una opinión escrita en un momento y tratarlo como si fuera actual.
Pero ya te digo, estoy del todo de acuerdo contigo.
Saludos,
Jordi
Hola Jordi
ResponEliminaa mi si me gusto mucho tu texto. Tal cual siento yo el inicio de esa novela, aunque la haya leído muchas veces, en ele colegio, en la universidad y una que otra vez cuando quiero recordar de donde vengo.
Soy peruana y nací el 73. Crecí en los ochenta y noventas.... el 99 salí de mi país.
El Perú de "Conversación en la Catedral" no es ficiticio, asi era, el pesimismo, la falta de horizonte y la pregunta constante: ¿porque a nosotros? Y se vivía tal cual, como desgracia " genética", asi como lo dices, como fatalidad corría en las venas de todos los que respirabamos ese aire, el aire viciado del racismo entre hermanos y el clasismo, el mismo que respiraron nuestros padres y heredamos nosotros, los que estamos a mediados de los 30... cerca a los 40, aquellos que podemos entender y recordar.
Me parece que la persona que protesta por tus comentarios no ha leído bien tu texto y el sentido que le das a esa frase.
El Perú de hoy, que sigue siendo clasista y detrás de todo avance, aún racista tiene un orgullo reciente, positivo, pero aún muy vulnerable, de ahi creo yo la susceptibilidad y el revanchismo inmediato. Otro tema ....
Saludos.-
Florisa
Hola Florisa,
ResponElimina¿Qué puedo decirte acerca de tu comentario? MUCHAS GRACIAS
Jamás quise ofender a nadie, no es mi intención, ni en este blog ni en ninguna faceta de mi vida, pero realmente escribí lo que sentí al acabar la novela. Como hago con todas, intento ser lo más honrado y sincero posible.
Yo he viajado muchas veces a Perú, es un país que me fascina, sobre todo la parte andina, y sentí que la novela de Vargas Llosa explicaba en parte porqué la gente es como yo la veía.
De verdad, te agradezco mucho tu visita a la página y tus palabras.
Saludos,
Muy buen comentario, soy peruano vivo en el Perú (viví y estudié un tiempo en España y otro en EEUU), lo has descrito muy bien y como dijo otra peruana por ahí, yo que tengo 46 sé bien cómo nos sentíamos hasta los 90, pensábamos que teníamos una maldición encima, el Perú de ahora es tan diferente que VLL ha escrito "El Héroe discreto" pensando en eso. No te amilanes por los comentarios de algunas personas, hay que ser tolerantes de uno y de otro lado, para mí Conversación es la mejor novela que he leído en cualquier idioma. Un gran saludo.
ResponEliminaPues vaya, yo soy peruana y tu comentario me ha parecido totalmente acertado. Es cierto, aquí se respira un aire de tristeza y melancolía: el Perú, mi país, sí que está 'jodido' en muchos aspectos. Las personas que dicen que no y que te insultan por tu análisis, no tienen muchas cultura o idea de lo que está pasando actualmente. (Racismo, clasismo y discriminación de todo tipo).
ResponEliminaGracias por este texto tan bonito que has compartido!
Saludos
Buenas Jordi.
ResponEliminaEstoy leyendo, con bastante dificultad, Conversación ...... tratando de hilvanar personajes, situaciones y lugares porque el salto es contínuo y fatigoso. Pero mi comentario va más sobre el tema de la sociedad peruana. Cierto que ha habido cambios, la vida es dinámica por naturaleza, y todo país de alguna manera cambia en 15 o 20 años. Pero como dice Bermúdez, cambian las personas pero no las cosas.
Sigue la angurria por el poder. El absoluto desinterés por la democracia y el bien común. Reina el facilismo, el inmediatismo, la informalidad. Todo es cuánto me das, tanto te doy. El nivel intelectual, cultural y de conocimiento esta a niveles paupérrimos, con el entusiasta apoyo de los medios que ayudan a ello.
Por eso pienso que la pregunta de Zavalita es siempre muy actual ¿Cuándo se jodió el Perú? A lo me gustaría agregar, ¿Alguna vez dejará de estar jodido?
Gracias, R.Talavera, por pasar por el blog. Qué pregunta tan jodida, con perdón, ¿cuándo se jodió el Perú, cuándo nos jodimos nosotros?, y qué buena continuación, ¿cuándo dejaremos de estar jodidos?, ojalá pronto.
EliminaSaludos,