Campesinos y señores, Theodor Kallifatides

Sin duda, el señor Kallifatides ha entrado en mi universo de autores de cabecera con la fuerza de un mercancías. Su prosa, tranquila y continua, narra lo extraordinario con un toque de cotidianidad magistral que acerca al lector a los sentimientos más humanos, a la gente con la que uno se puede identificar, a personajes que bien podrían formar parte de nuestras familias, de nuestros amigos, y los encumbra convirtiéndoles en héroes a través de esos pequeños gestos que todos tenemos en la vida. Llena de frases inspiradoras, pensamientos profundos y palabras extraordinariamente bien engarzadas, su lectura ha significado una reconciliación, por fin, con la lectura tras un periplo trágico de letras innecesarias.

Resumen del libro (editorial)

En Campesinos y señores (1973), junto a sus novelas El arado y la espada (1975) y Una paz cruel (1977), Kallifatides retrató su infancia y su adolescencia y a la vez el período más trágico de la historia contemporánea de Grecia, el que va desde que los nazis invaden el país en 1941 hasta el fin de la guerra civil griega en 1949, y la miseria de la posguerra en un país devastado. En Campesinos y señores, todo empieza en un pequeño pueblo al sur del Peloponeso, Yalós. Primero llegan las tropas de Mussolini, reemplazadas pronto por el ejercito nazi, mucho más brutal y cruel. Pero las invasiones apenas aparecen como una tormenta lejana. La mirada del novelista, tierna, compasiva y llena de humor, se centra en los habitantes de Yalós, que intentan sobrevivir, entre el miedo, el hambre, la aceptación y la resistencia: el cura heterodoxo, el alcalde colaboracionista, el panadero, los campesinos, el maestro socialista, el tonto del pueblo y sobre todo las madres y las abuelas, verdaderas protagonistas de los libros de Kallifatides.