Esther en alguna parte, Eliseo Alberto


Una novela especial, muy especial, como todo lo que parece tener relación con Cuba.

Tengo varios sentimientos contrarios para esta novela, aunque el mayor de ellos es la duda de si me ha gustado o no. Y la respuesta es ambigua, en verdad, como la novela. Me ha gustado mucho en algunas cosas, y se me han hecho infumables otras tantas.
La reseña oficial de la novela dice que es un homenaje al habanero de a pie. A sus amores, a sus historias y sobre todo a la amistad de sus dos protagonistas. Dos hombres que al final de sus vidas descubren amores comunes, tiempos perdidos e historias inacabadas. Fue finalista del IX Premio Primavera con el enorme mérito de ser una novela cubana donde sólo se menciona la palabra revolución una vez

Y en efecto el autor ha creado una historia compleja, de varios personajes en diferentes épocas, además en proceso de decadencia física, mental, emocional y vital de sus dos personajes principales. Ese planteamiento de la repasar varias vidas a partir de las dos de los protagonistas me ha parecido excelente, he quedado encantado, porque además el recurso literario utilizado es de una gran dificultad y el sr. Eliseo lo ha conseguido con maestría. Incluso con el hándicap de ambientarlo todo en la Habana, que se añade como un personaje más que también avanza hacia su decadencia.

Pero si bien reconozco lo anterior, no es menos cierto que no he podido con la lírica de la novela. Azúcar, azúcar y azúcar, paja, paja y paja. Como una canción de Joaquín Sabina de doscientas páginas, aunque para ser sinceros, y ahora que le dan los nóbeles de literatura a los cantantes, quizá esa verborrea diabética sea lo que la ha convertido es una gran novela, pues es a través de las ensoñaciones líricas de los dos ancianos protagonistas, Lino Catalá y Arístides Antúnez, que recuerdan y sueñan con una vida diferente, cómo se va desgranando la realidad más cruda de la isla. Esther, un amor de infancia de Lino Catalá, que se queda viudo de su esposa a las primeras de cambio, se convierte en el gran amor ensoñado que pudo haber sido, pero que nunca fue, y de ahí el título de la obra, pero poco a poco el lector va comprendiendo que esa Esther es en realidad la maravillosa Habana, o Cuba al completo, lo maravilloso que pudo ser y nunca fue, como los grandes amores perdidos de juventud.
Esther en alguna parte es la búsqueda de dónde y cuándo se quedaron atrás nuestros anhelos.

La amargura de dos hombres sabedores de que podrían haberlo hecho mejor en sus vida de haber tomado según qué decisiones en lugar de otras y que los habría llevado, desde la imaginación del qué hubiera sido sí, a conseguir la felicidad total. Dos personajes a los que la constancia terrible del final, del abismo de los últimos sorbos, los presenta ante la cruda realidad sabedores de que sus existencias no han valido para nada.

Repito, una historia extraordinaria, pero contada con un estilo de verborrea excesiva que me ha agotado en muchos tramos.

Resumen (editorial)

Un homenaje al habanero de a pie. A sus amores, a sus historias y sobre todo a la amistad de sus dos protagonistas. Dos hombres que al final de sus vidas descubren amores comunes, tiempos perdidos e historias inacabadas. Esther en alguna parte, de Eliseo Alberto, es el finalista del IX Premio Primavera, una novela cubana donde sólo se menciona la palabra revolución una vez.

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